Como gestor o responsable de compras en una planta aceitera de tamaño medio o pequeño, comprender y aplicar los parámetros tecnológicos correctos del equipo prensado en tornillo es crucial para mejorar la eficiencia productiva y la calidad del aceite. Este análisis técnico detalla los componentes esenciales, desde el diseño del eje helicoidal hasta sistemas de control térmico, que impactan directamente en el rendimiento y la optimización energética.
El eje helicoidal es el corazón del prensado. Un diseño optimizado permite una alimentación continua y homogénea del material, incrementando la presión y facilitando la extracción. Estudios técnicos muestran que un perfil de paso variable en el tornillo puede aumentar la eficiencia de traslado del material hasta en un 15%, resultando en un incremento de la tasa de extracción de aceite de hasta un 8%. La selección adecuada del diámetro y paso del tornillo debe basarse en el tipo de aceite, su viscosidad y características físicas.
La temperatura de prensado es un factor determinante para la calidad del aceite extraído. Controlar el rango ideal, normalmente entre 80 °C y 120 °C, asegura una mejor fluidez de la grasa y previene la degradación de nutrientes. Sistemas integrados de termorregulación con sensores en puntos clave del tornillo permiten mantener esta temperatura constante, evitando picos térmicos que pueden reducir el rendimiento hasta en un 12% y afectar el sabor y estabilidad del producto final.
Cada materia prima tiene características físicas y químicas que requieren ajustes específicos en el equipo prensador:
| Aceite | Viscosidad | Temperatura Óptima de Prensado | Recomendación de Ajuste |
|---|---|---|---|
| Cacahuate | Media | 100 °C | Paso del tornillo menor, control térmico estricto |
| Soya | Alta | 90 °C | Velocidad media, pre-calentamiento obligatorio |
| Colza | Baja | 110 °C | Paso de tornillo mayor, sistema de precalentamiento eficiente |
Incorporar un módulo de precalentamiento en la línea de producción puede mejorar la extracción hasta en un 10%, gracias a la reducción de la viscosidad y facilitación del flujo oleaginoso. Además, al elevar la temperatura inicial del material, se disminuye el consumo eléctrico del prensado en un promedio de 6%, optimizando la huella energética de la planta.
Tomar decisiones sin considerar las características específicas de la materia prima o enfocarse exclusivamente en equipos de alta velocidad puede ser contraproducente. Por ejemplo, elevar la velocidad de rotación del tornillo más allá de 35 rpm tiende a disminuir la presión efectiva de prensado, reduciendo la eficiencia en un 5%-7% y aumentando el desgaste mecánico.
Empresas exitosas de la industria reportan que un balance entre diseño mecánico, control térmico y adecuación a la materia prima permite alcanzar hasta un 92% de rendimiento efectivo en extracción con consumo energético moderado. Se recomienda validar con pruebas piloto las condiciones operativas y mantener programas regulares de mantenimiento preventivo para garantizar la estabilidad a largo plazo.