En mi experiencia de más de dos décadas acompañando a pequeñas y medianas plantas de procesamiento de aceites vegetales, he comprobado que el control preciso de la temperatura es uno de los factores más determinantes para optimizar el rendimiento de aceite y mantener la calidad del producto final. En este artículo, quiero compartirles con rigor técnico y datos prácticas cómo implementar estrategias de calentamiento segmentado, junto con la adecuada gestión del contenido de humedad de las materias primas para sacar el máximo provecho a sus equipos de prensado.
Para entender la relevancia del control térmico, es clave conocer que durante el prensado, la temperatura afecta directamente la desnaturalización de las proteínas presentes en la oleaginosa, lo cual influye en la liberación del aceite. Un rango térmico entre 90°C y 110°C suele ser ideal para maximizar el rendimiento, siempre condicionado por la especie y calidad de la materia prima. Temperaturas demasiado bajas generan una extracción incompleta; demasiado altas pueden deteriorar la calidad sensorial y nutricional del aceite.
Estudios recientes muestran que un control eficiente puede aumentar el rendimiento de extracción hasta en un 15% respecto a sistemas sin regulación adecuada, y reduce el índice de aceite residual en la torta, lo que representa mayor valor para la planta y sus clientes.
El calentamiento segmentado consiste en dividir el proceso térmico en etapas con diferentes rangos de temperatura, adaptados a las características de cada tipo de materia prima y su contenido de humedad. La humedad juega un rol fundamental: por ejemplo, oleaginosas con un contenido de agua del 8% a 12% requerirán una curva térmica distinta comparadas con aquellas que tienen niveles superiores al 14%.
| Rango de Humedad (%) | Rango de Temperatura (°C) | Impacto Principal |
|---|---|---|
| Menor a 8% | 100 – 110°C | Alta eficiencia, riesgo de pérdida de aroma si se excede |
| 8% – 12% | 90 – 105°C | Balance óptimo de rendimiento y calidad |
| Mayor a 12% | 80 – 95°C | Prevención de excesiva humedad y daño en equipos |
El ajuste cuidadoso de estas etapas no solo maximiza la extracción sino que también protege la integridad de los compuestos volátiles responsables del sabor y aroma del aceite. El uso de sensores estratégicamente ubicados, como el termopar en la cámara de prensado y sensores de humedad en la tolva de alimentación, permite un control en tiempo real que reduce la variabilidad de la calidad del producto.
Junto a mis clientes, he implementado protocolos sencillos para garantizar que las condiciones térmicas sean las adecuadas durante toda la jornada productiva. Entre ellos destacan:
Estos métodos han probado reducir fallos inesperados hasta en un 30% y mejorar la constancia en el rendimiento mensual de aceite en más de un 10%.
Aunque un control de temperatura automatizado minimiza riesgos, la experiencia me indica que siempre existirán casos donde se presentan anomalías, como:
Para cada situación recomiendo: