Como expertos en el sector de la maquinaria de extracción de aceite vegetal, hemos notado repetidamente que los clientes B2B enfrentan problemas recurrentes debido a la mala regulación de la temperatura en su proceso de extracción. Estos problemas pueden ser diversos. Por ejemplo, una mala regulación de la temperatura puede causar una reducción significativa en el rendimiento del aceite. Mientras que un control preciso de la temperatura con una precisión de ±1°C puede aumentar el rendimiento del aceite en un 10% en comparación con un control aproximado de ±5°C.
Además, la pérdida de sabor también es un problema común. Las altas temperaturas pueden degradar los compuestos aromáticos del aceite, lo que resulta en una pérdida de la frescura y el sabor característico del aceite. Además, las alarmas frecuentes en el sistema de control de temperatura pueden interrumpir el proceso de producción y reducir la eficiencia operativa.
Para entender por qué el control de temperatura es tan crucial, es necesario analizar cómo la temperatura afecta la estructura de proteínas, la oxidación de los aceites y la estabilidad de la emulsión. En el proceso de extracción de aceite, la temperatura puede alterar la estructura de las proteínas en los materiales de origen, como el maní y la soja.
Una temperatura demasiado alta puede causar la desnaturalización de las proteínas, lo que puede restringir la liberación del aceite y, por lo tanto, reducir el rendimiento. Además, la temperatura también afecta la oxidación de los aceites. A temperaturas más altas, los aceites son más propensos a la oxidación, lo que puede producir sabores y olores desagradables y reducir la calidad y la estabilidad del aceite.
Para optimizar el proceso de extracción de aceite, es esencial ajustar la temperatura de precalentamiento en función de la humedad de los materiales de origen. En general, si el material tiene una humedad más alta, se recomienda una temperatura de precalentamiento más baja.
Por ejemplo, cuando se extrae aceite de soja con una humedad del 15%, la temperatura de precalentamiento debe estar entre 80 y 90 grados Celsius. En cambio, si la humedad de la soja es del 10%, la temperatura de precalentamiento se puede elevar a entre 90 y 100 grados Celsius.
La ubicación de los sensores de temperatura también es un factor importante. Colocando adecuadamente los sensores en las áreas críticas de la máquina de extracción, se puede garantizar una medición precisa de la temperatura y un control óptimo del proceso.
A pesar de que se haya establecido un control preciso de la temperatura, pueden surgir problemas inesperados. Por ejemplo, cuando la fluctuación de la temperatura excede ±3°C, es necesario verificar la estanqueidad del calentador. Otros códigos de alarma típicos también deben abordarse con medidas específicas para resolver rápidamente los problemas.
Para ayudar a los clientes a gestionar mejor la configuración de temperatura de sus máquinas de extracción de aceite, ofrecemos una Lista de comprobación de configuración de temperatura en formato PDF. Esta lista incluye todos los puntos clave que deben verificarse para garantizar un control óptimo de la temperatura.
Haga clic aquí para obtener la Lista de comprobación de configuración de temperatura en PDF